Así como el uso de los diagnósticos en papel marcaron una época en la medicina, hoy la inteligencia artificial marca el comienzo de otra en la que los tratamientos y la atención médica personalizada basada en análisis de grandes cantidades de datos con AI toman protagonismo y traen valiosos beneficios.
El mayor y más valioso beneficio que se destaca se trata de disponer de una personalización de tratamientos, ya que la AI permite el análisis de la información específica de cada diagnóstico y también diseñar terapias adaptadas a las necesidades específicas de cada paciente. Y en este caso, la tecnología colaboró en la rehabilitación de personas que sufrieron accidentes cardiovasculares (ACV).
Fue en Reino Unido, en el centro de fisioterapia Morello Clinic, donde se probó el uso de un innovador dispositivo de Inteligencia Artificial con forma de pantalón de vestir que ayuda a las personas a recuperar la fuerza y la función motora tras haber sufrido un ACV.
Julie Lloyd (Fuente: BBC)
¿Cómo funciona el pantalón inteligente?
Al sufrir un ACV lo que ocurre en el cerebro de una persona es que se reduce el suministro de sangre en una parte de ese órgano lo que impide el ingreso de oxígeno y nutrientes en su tejido pudiendo quedar paralizada una parte del cuerpo o perder el control de ciertos músculos, según expertos de Mayo Clinic.
Por eso, el dispositivo en forma de pantalón de vestir –que ocupa también el tronco superior del cuerpo- denominado Neuroskin por la empresa Kurage, funciona a través de un ordenador con inteligencia artificial integrado en el traje que envía pequeñas descargas eléctricas a las piernas, estimula los músculos atrofiados y permite aumentar la actividad, fuerza y coordinación muscular.
Primeras experiencias probadas
Julie Lloyd, de 65 años, tras sufrir un ACV pudo volver a caminar sin ayuda de su bastón por primera vez en 6 meses con el uso de estos pantalones convirtiéndose en una de las primeras personas del Reino Unido en utilizar la innovadora tecnología durante su rehabilitación. La mujer aseguró que sintió que su pierna “estaba guiada y segura para caminar”.
Por su parte, Rudi Gombauld, CEO de la empresa Kurage, explicó que Neuroskin funciona como “una segunda piel” que a través de sus sensores capaces de detectar cómo funciona el cerebro, envían información a un sistema de AI que se conecta, a su vez, con un grupo de electrodos en el dispositivo. Con cada paso, el sistema recopila información sobre los impulsos cerebrales enviados a los músculos sanos, y envía una señal similar a la pierna debilitada del paciente, recreando su paso natural.
Si bien esta tecnología se considera un gran avance, es importante tener en cuenta que no se trata de una solución permanente sino una herramienta utilizada para procesos de rehabilitación en los pacientes para ayudarlos a completar la cantidad de repeticiones necesarias y colaborar en su capacidad de caminar. Aún se necesitan más pruebas para determinar su real eficiencia a largo plazo, según sus creadores. /TN