Netflix estrenó Nimona, la prima cercana de Shrek: irreverente, divertida y políticamente incorrecta

Irreverente, divertida, ingeniosa y sorprendente, Nimona tiene las cualidades para que un adulto se sienta a verla junto a sus hijos, pero también tiene tanto para seducirlo como para que pueda decidir verla él solo en Netflix.

Un plebeyo convertido hace segundos en caballero en un reino futurista cae en desgracia cuando la espada que le dieron asesina a la reina, por lo que es injustamente culpado, y es buscado por una adolescente marginada. Valentoni (vaya apellido) quiere limpiar su buen nombre, sí, pero también evitar que lo cuelguen, y descubrir al asesino.

Ella, Nimona, bueno, quiere desatar más caos aún del que hay en esta disparatada pero concisa comedia de aventuras.

El personaje del título es una antiheroína políticamente incorrecta, pero también considerada un monstruo, uno de los que el caballero Ballister Valentoni debería eliminar del reino. Pero no, Nimona es la única que le ofrece ayuda. Y, si todo sale bien, quiere convertirse en su compinche.

LGBTQ

Una suerte de Genio de Aladdin, Nimona cada vez que abre la boca larga algún chiste. Y ayuda a su compañero como el Genio hacía con Aladdin, aunque no podía hacer que nadie se enamorara de otra persona. Bueno, Ballister (voz de Riz Ahmed, el actor de El sonido del metal) ya está enamorado y de otro caballero, Ambrosio Pieldorada, el que, tras el asesinato de la reina, debe ponerse a la caza de su amante.

Sí, Nimona también puede ser una pariente, una prima cercana o lejana de Shrek.

Nimona estuvo a punto de no ver la luz de los proyectores de cine ni verse tampoco por streaming, cuando Disney compró Fox, y cerró Blue Sky, la compañía de animación.

Blue Sky es la que hizo todas las de La Era de hielo. Nimona estaba terminada en un 70%. Ahí es cuando entran a rescatarla Annapurna Pictures y Netflix, que acaba de subirla a su plataforma este viernes, y ya está entre las más vistas, como suele suceder.

Nimona (con la voz de Chloë Grace Moretz) es como un camaleón, pero en vez de cambiar solo de color, cambia de forma. De la nada puede transformarse en un rinoceronte, en una ballena, en un niño de ojitos a lo Gato con botas, tener alas o lo que desee.

Fuente: Clarin