Con el uso generalizado de las inteligencias artificiales para crear texto, imágenes, video, audio e incluso música, una de las necesidades que deben considerarse en el futuro inmediato son las iniciativas de regulación.
Hasta el momento, solo las compañías que han desarrollado estos programas se han encargado de limitar el tipo de uso que se le puede dar a sus productos.
Prohibir que los usuarios accedan a información potencialmente dañina sobre fabricación de armas, generación de imágenes pornográficas con inteligencia artificial, falsificación de videos con tecnología de deepfake, entre otros usos, han sido prohibidos por las plataformas. Sin embargo, hace falta que organizaciones gubernamentales especifiquen cómo se deben utilizar con responsabilidad estos recursos, muchos de ellos con acceso gratuito.
Según Sam Altman, CEO de la compañía OpenAI, que desarrolló los modelos generativos de ChatGPT, GPT-3 y GPT-4, es necesario este proceso para el desarrollo de las inteligencias artificiales.
“Necesitamos tiempo suficiente para que nuestras instituciones decidan qué hacer. la regulación será crítica y llevará tiempo resolverla”, publicó en su cuenta oficial de Twitter.
Algunos primeros pasos en esta dirección están siendo definidos esde el año 2021, cuando la Unión Europea, por medio de su Comisión (encargada de emitir leyes que rigen en los territorios miembros), elaboró una propuesta regulatoria para este tipo de softwares.
Fuente: Infobae