15 discos clásicos que cumplen 30 años en 2024

A principios de la década de 1990, bandas como Nirvana, Pearl Jam, Soundgarden y Alice in Chains conquistaron el mundo. Pero en 1994, el grunge finalmente llegó a su cúspide y todo cambió después de la muerte de Kurt Cobain. Entonces, la euforia juvenil tiñó una época oscura. Ya sea en Mánchester, Buenos Aires, Seattle o Madrid, la juventud buscaba a su manera, y en cualquier parte, su propia revolución.

Desde el auge del britpop hasta el incendio del punk rock argento, el 94 no estuvo marcado por un solo género, sino más bien por un espíritu colectivo de no quedarse quieto ante las adversidades sociales, y hacer del sonido un arma poderosa.

Con verborragia directa y combativa, o ansias de romper las reglas del establishment con ejercicios experimentales, esta selección es amplia y diversa, pero en algún punto se pueden trazar relaciones. En un posible cruce de caminos, estos discos exploran distintos rincones del alma, reflejando las ganas de innovar y la efervescencia de una época en constante transformación.

Babasónicos – Trance Zomba
Sony Music

En el verano de 1994, los cinco miembros principales de Babasónicos, junto con Gabo Manelli en el bajo y DJ Peggyn, se reunieron en una casa-quinta para trabajar en lo que se convertiría en Trance Zomba, una de las obras más originales y expresivas de la escena noventera argentina. El título original, “Trance roller en la zona metalizada”, según Diego Uma, reflejaba la esencia verdadera. Sin embargo, la compañía discográfica lo consideró demasiado largo y sugirió un cambio. Tras deliberaciones, el grupo optó por un nombre más conciso que conservaba el mensaje, pero sumó el subtítulo original en la contraportada del álbum como un guiño a la idea inicial.

La gran mayoría de personas que escuchan hoy por primera vez canciones como “Desarmate” o “Patinador sagrado” van a dudar cuando le digan que se trata de Babasónicos. Pero enseguida van a encontrar reminiscencias en ”Coralcaraza” y “Ascendiendo”. El segundo disco de los Babas está repleto de joyas para redescubrir, canciones que quedaron opacadas por la magnitud del repertorio, pero están ahí, esperándonos, escondidas en el fondo, como perlas en el mar. “Malón” es un ritual diabólico, “Montañas de agua” tiene un estribillo histriónico que te hace temblar, y “Poder ñandú” te demuestra la parte más salvaje del grupo con un grito de guerra en primera línea: “Babasónicos, el sol hardcore”.

Daniel Melero – Travesti
Random Records

Travesti marca un hito en la carrera de Daniel Melero, consolidándose como un cantautor preciso y sensible más allá de su asociación con la música electrónica. A pesar de su imagen vinculada a la modernidad, Melero reafirma su identidad como un artista de rock y revela que su inspiración proviene de sus raíces en el rock argentino de los años 60 y 70. Además, añade un contexto enriquecedor, mostrando la influencia en la “movida sónica” de los 90 conformada por bandas como Babasónicos, Juana La Loca y Los Brujos, entre otras. A través de un enfoque despojado, con guitarras acústicas y letras de amor, Melero demuestra su destreza cancionera, dejando de lado las etiquetas para explorar una faceta más íntima y personal en su emblemática trayectoria.

Travesti también representa el álbum más conceptualmente trabajado de antemano por Melero, quien llevó al estudio tanto las letras como las melodías, junto con una visión clara de cómo debían ser los temas, entre los que aparecen como invitados especiales Carlos Cutaia, Uma T y Carca de Babasónicos. En este disco, nos encontramos con composiciones minimalistas, donde la voz y la guitarra se descarnan de artificios para entregarnos su más pura expresión. En otros momentos, la música se transforma en un torbellino, donde guitarras eléctricas, samplers y referencias a diversos géneros muestra la capa más absorbente del proyecto. Travesti es un álbum que nos habla de contrastes, de la dualidad entre lo simple y lo complejo, lo crudo y lo elaborado.

Aphex Twin – Selected Ambient Works Volume II
Warp

¿Te preguntaste alguna vez cómo sería estar en un viaje de ácido mientras estás parado en una central eléctrica? No te preocupes, Aphex Twin lo hizo por vos. En el complejo entramado de la discografía del productor irlandés, Selected Ambient Works Volume II acecha como una criatura de otro mundo, distanciándose significativamente de su predecesor donde había más techno, sintetizadores y bajos que te martillaban el pecho. La inspiración para este trabajo proviene de los sueños lúcidos de su creador, Richard D. James, quien al despertar se propuso recrear los sonidos que habitaban en su mente. Su condición de sinestesia natural, donde los estímulos sensoriales se cruzan, contribuyó aún más a la elaboración de este enigmático laberinto.

Si pensás que Selected Ambient Works Vol. II es un álbum perfecto para esos momentos en los que buscás un poco de relax, vas a terminar sintiendo un escalofrío recorrer tu espina dorsal. Es como si te dijeran que te van a dar un masaje y en realidad te dan una sesión de acupuntura. Desde momentos de serenidad y contemplación hasta rincones oscuros y misteriosos, este disco está lleno de altibajos emocionales, donde la realidad y la fantasía se entrelazan de manera indisoluble a lo largo de 3 horas. Aphex Twin toma de referencia a leyendas como John Cage, Brian Eno y Philip Glass, pero los reinterpreta a su manera, creando una experiencia capaz de desorientar y fascinar en partes iguales.

Carlos Berlanga – Indicios
Compadres

En 1994, Carlos Berlanga ya contaba con una trayectoria envidiable tras integrar Kaka de Luxe, Alaska y los Pegamoides, y Dinarama, nombres que los convirtieron en uno de los máximos exponentes de la movida madrileña. Elogios, reconocimientos y todo un bagaje de éxitos; sin embargo, un nuevo capítulo se abría ante él: el desafío de su carrera en solitario. Tras El ángel exterminador (1990), un debut que no alcanzó las expectativas, Berlanga se las arregló para resurgir de las cenizas cual ave fénix con Indicios, un disco cargado de letras que remueven el alma y melodías que se pegan en la cabeza. Un viaje al alma de Berlanga, un testimonio de sus aventuras, vicios y lágrimas.

Indicios no es solo es un disco de pop electrónico, sino un gesto de reivindicación estética. En su segundo álbum solista, Berlanga se muestra aún más caprichoso por tomar su propio camino, aunque sin desviarse por completo. Canciones magnéticas como “Indicios de un arrepentimiento” y “Tazas de té” nos llevan a territorio análogos a los de Dinarama, mientras que “C’est la France” intenta ser un collage cultural francés sin caer en lo pretencioso. A su vez, “Si no es por ti” muestra la astucia de Berlanga con letras afiladas pero ingeniosas, y luego nos cautiva con una versión de “Aguas de março” junto a Ana Belén. Carlos también le rinde homenaje a Tom Jobim, ícono de la bossa nova, inspirándose en la portada de Wave, uno de sus discos más reconocidos. Las siluetas de jirafas sobre un fondo anaranjado son un claro tributo al trabajo del músico brasileño, quien falleció en 1994.

Flema – El exceso y/o abuso de drogas y alcohol es perjudicial para tu salud… ¡Cuidate, nadie lo hará por vos!
Sick Boy Records

Con un título que desborda sarcasmo, en 1994 Flema se coronó como la banda con los nombres de discos más ingeniosos de la historia argentina. A tres décadas de El exceso…, los miembros de la banda argentina decidieron honrar a su icónico cantante con una réplica generada por inteligencia artificial para su celebración en el Teatro Vorterix. ¿Qué pensaría Ricky Espinosa al respecto? Seguro se cagaría de risa ante el mamarracho que hicieron en su nombre, porque él mismo solía andar con una remera que decía “Flema es una mierda” y lo repetía cada vez que tenía la oportunidad. Ricky era un provocador nato, alguien que tenía un humor perspicaz y sabía reírse de su propia fealdad. Así que, guste o no, da igual.

El exceso no es un disco para oídos sensibles. Es crudo, visceral y directo como una patada en los dientes. A lo largo de 20 canciones captura la desolación y la frustración de una generación que creció en medio de la crisis económica y social. Las canciones hablan de la falta de oportunidades, de violencia por todos lados y de escapar lejos de casa. La juventud de los 90 encontró en Flema la banda sonora perfecta para su indigestión por el sistema. Con Ricky al frente, la rebeldía ya no solo se gritaba, también se escupía, porque el desencanto colectivo no solo se lleva en pancartas, también en las gargantas. Pero lo más duro de todo esto es que, detrás de la rabia, la ironía y esos sucios tres tonos que repiten cada canción, se esconde el alma en pena de un niño que obligaron a crecer y decidió terminar su vida.

Guided By Voices – Bee Thousand
Scat Records

Guided By Voices se encontraba en una encrucijada. Robert Pollard, el líder y compositor principal, consideraba disolver la banda. Con la intención de dejar un último registro de su prolífico trabajo, Pollard y sus compañeros de banda grabaron Bee Thousand en un período de dos semanas, utilizando grabadoras de cuatro pistas y reutilizando demos antiguos. Destinado a ser el epílogo discreto de la agrupación de Dayton, Ohio, Bee Thousand, se convirtió en su mayor éxito. Grabado con la intención de ser un “hasta luego” susurrado, terminó siendo un grito estridente que atrajo a una legión de fans.

Olvidate de las canciones largas y lánguidas, Bee Thousand es una ráfaga de rock alternativo condensada en 20 dosis estimulantes. Tan lo-fi que se siente como escuchar un cassette viejo, es el álbum que nos recuerda que la música no siempre tiene que ser perfecta para ser hermosa. La baja calidad es la clave de su encanto. Lejos de ser un defecto, esta crudeza sonora aporta una autenticidad y una calidez abismal. Es como escuchar a la banda tocar en vivo en un sótano lleno de gente. La voz de Pollard se siente cercana e íntima, las guitarras gruñen con energía y la batería retumba con fuerza. Sus canciones de apenas dos minutos son balas sónicas: cortas, rápidas y letales.

Café Tacvba – Ré
Warner Music

Después de casi tres décadas desde su lanzamiento, Ré continúa siendo reverenciado. La revista Rolling Stone recientemente lo posicionó como el mejor disco de rock latinoamericano. Con la producción de Gustavo Santaolalla, el álbum abarca desde el norteño, el ska “psicodélico” y el mambo, hasta el jazz y bolero. Este segundo disco cambió para siempre la carrera de la banda mexicana. No solo consolidó su sonido vanguardista, sino que también los catapultó a la fama internacional. Gracias a semejante éxito, dos años más tarde pudieron grabar su MTV Unplugged, un hito para cualquier artista latinoamericano.

Nadie es profeta en su tierra. Ré inicialmente pasó desapercibido en México, pero encontró éxito primero en Chile y Argentina antes de ser aclamado en su país de origen. El álbum esculpió en el tiempo éxitos inmortales de la talla de “La ingrata”, “Esa noche” y “Las flores” licuando la tradición con la rebeldía moderna de animarse a deformar sus influencias para encontrar la novedad. Café Tacvba se muestra vertiginoso y dispuesto a todo. No se conforman con la sensual melancolía de “El baile y el salón”, sino que nos empujan a territorios mucho más agresivos para taladrar cabezas en “Borrego”. La voz de Rubén Albarrán es un camaleón que se transforma con cada canción. Puede ser juguetona y pícara en un tema alegre, o visceral y conmovedora en una balada. Es un intérprete que sabe encarnar historias, transmitir emociones y, sobre todo, clavar un puñal al corazón.